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El Mataya o "Festival buddhista de las luces"
es uno de los festivales importantes de la comunidad newar del Valle
de Kathmandú y se celebra en Patan dos dias después de la
luna llena de agosto-septiembre. Consiste en una maratoniana procesión
de devotos (comienza a las cinco de la mañana en el templo
de los nueve mil Buddhas de Patan (Mahaboudha) y acaba a
media tarde) que pasa por las cuatro
stupas del rey Osoka y que recorre cada uno de los más
de 1300 lugares sagrados para los buddhistas que hay en esta ciudad.
La procesión está formada per más de 5000 devotos
venidos de todo el Valle de Kathmandú que caminan durante un mínimo
de 12 horas sin parar, algunos de ellos descalzos, y que ofrecen
con entusiasmo y devoción arroz, semillas, dulces, incienso y monedas,
en los lugares de culto por los que pasan. La mayoría de
los peregrinos carga, durante todo el día, unas lámparas
de aceite o manteca que simbolizan la iluminación obtenida al evitar
las tentaciones de los maras o demonios.
En este particular desfile de devotos conviven personas y personjes
diferentes: devotos con lámparas de aceite, seguidores de
Shiva (que marcan la mitad del desfile), personas vestidas de blanco
(en señal de duelo por la pérdida de un familiar durante
el año), grupos de mujeres con el vestido tradicional newar,
devotos ortodoxos con incienso encendido y grupos de personas disfrazadas
de diablos.
Las procesiones van acompañadas de grupos de músicos, los
Naubaja Khalah, que son los organizadores del festival y
que tocan música tradicional con tambores especialmente decorados
para la ocasión. La parte más divertida para los chiquillos
son los juegos con los bailarines con máscaras y los payasos
que se suman al desfile después de la hora de comer.
La procesión no se puede romper y hay que ir cortando todas las
calles de la ciudad por los quie que pasan los participantes, al
menos durante la hora y media que tardan en desfilar. El Mataya
es sólo una parte de una larga peregrinación que lleva
a los devotos al Templo de los Monos de Kathmandú y a Badegauon,
en 11 km de Patan, algunos dias después.
Texto e imagen: Manel
Carrera / Trad.:
Andrés Antebi
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